Por Tetel Di Babuya (Cantante – Compositor – Violinista)
Como todos en el planeta, he estado luchando con problemas emocionales provocados por la pandemia: miedo, gratitud, ansiedad, depresión, frustración, etc. De esta breve lista, es obvio que las emociones negativas superan a las positivas y eso no es una sorpresa; han sido un infierno de un par de años.
Como músico, he estado acostumbrado a no tener días libres durante tanto tiempo que la pandemia fue una circunstancia bienvenida e inoportuna, solo porque estaba en una especie de trance de negación. Cuando comenzó a crecer más y más en Brasil, y la gravedad de todo comenzó a asimilarse, también lo hicieron la tristeza y la desesperación.
Como todos los que sobrevivieron a esta enfermedad en el planeta, logré, con el tiempo, encontrar la esperanza y aferrarme a ella con mis brazos, piernas y dientes. Usé el tiempo “libre” para escribir nuevas canciones, practicar, limpiar la casa, pasar tiempo con mi esposo y mis gatos, hacer zoom con mis seres queridos para controlar y combatir la soledad, reevaluar mis prioridades y conocerme mejor.
En estos días todavía me pregunto “¿Cuándo terminará esto? ¿Volverá la vida a la normalidad?Entonces, como todos en el planeta afortunados de estar vivos y saludables, cuento mis bendiciones, dejo de quejarme y hago las cosas, como escribir esta publicación.